Corrección de cicatrices
Las cicatrices son el proceso natural de curación de los tejidos que han sido dañados. En general, las cicatrices van desapareciendo con el tiempo, y aunque nunca desaparecen totalmente se van disimulando.
Pero no todas las heridas son iguales y con frecuencia, el resultado de la cicatrización no es el esperado. El aspecto final de una cicatriz viene determinado por numerosos factores, que incluyen la localización y el tipo de herida, la edad, factores genéticos, los cuidados de la herida, el tabaco o la exposición solar entre otros.
En ocasiones, las cicatrices tienen un color diferente al de la piel que está alrededor. Pueden tener un aspecto voluminoso y muy visible o por el contrario estar hundidas y adheridas al plano más profundo. Además, algunas cicatrices pueden producir dolor o limitar el movimiento de alguna articulación.
Cuando las cicatrices están en partes visibles del cuerpo, especialmente en la cara, los pacientes suelen estar preocupados por el resultado de su apariencia. No es infrecuente que estas cicatrices generen problemas de confianza.
Eliminar por completo las cicatrices no es posible pero contamos con un gran número de herramientas para mejorar su aspecto y hacerlas menos visibles.
Con los nuevos avances tanto en las técnicas quirúrgicas como en los tratamientos dermocosméticos podemos corregir los aspectos negativos que nos hacen calificar de malas algunas cicatrices.
Tratamiento
Es necesaria una valoración médica individualizada para determinar el tipo de tratamiento más adecuado en cada caso.
Para evaluar la calidad de una cicatriz es necesario esperar al menos un año, tiempo que tardan en madurar las cicatrices. Por ello es importante respetar este tiempo antes de tomar ninguna decisión, y ver cual es el aspecto final de la cicatriz.
En algunos casos el tratamiento va a consistir en una pequeña cirugía que se puede realizar de forma ambulatoria con anestesia local. En otros casos se podrá resolver sin cirugía, mediante el uso de láser, peeling químico, dermoabrasión o infiltración de trigón según las características de la cicatriz.
Después del tratamiento
Generalmente, tras este tipo de intervenciones menores o tratamientos médicos podrás incorporarte de inmediato a tu vida cotidiana.
Como no todas las heridas son iguales y requieren el mismo cuidado para promover una curación adecuada, es muy importante un riguroso control de su evolución en las revisiones que se harán tras la cirugía. Te indicaremos cuales son los mas adecuados en tu caso y vigilaremos que el proceso de curación se desarrolle en condiciones ideales para garantizar el mejor resultado.
Dudas frecuentes
¿Si hago malas cicatrices, es posible mejorarlas?
El proceso de cicatrización aunque depende en parte de las características del paciente, depende también del cirujano plástico que tiene que realizar una sutura perfecta eligiendo el lugar menos visible, utilizando suturas que no favorezcan la fibrosis, reduciendo al máximo la tensión y estableciendo los cuidados de la herida más adecuados en cada caso.
¿ Es recomendable utilizar rosa de moqueta en las cicatrices?
El aceite de rosa mosqueta se caracteriza por su riqueza en ácidos grasos insaturados, que tienen un papel importante en los procesos de regeneración celular. Mejora la elasticidad cutánea y tiene un gran poder hidratante.
Es recomendable su aplicación dos o tres veces al día sobre heridas ya cerradas durante los pirimeros meses para promover una mejor cicatrización. No obstante, los cuidados más adecuados en cada caso deben ser indicados de forma individualizada puesto que no todas las heridas son iguales.
¿Son útiles los parches reductores de cicatrices?
Los parches reductores de cicatrices están formados por láminas de gel de silicona o poliuretano que aplanan el tejido de la cicatriz y reducen los cambios de coloración ocasionados por la exposición solar. Son especialmente útiles en el tratamiento de las cicatrices hipertróficas. No contienen principios activos sino que actúan por un mecanismo físico de presión sobre la cicatriz que produce la correcta disposición de las fibras de colágeno.