¿Qué es la diástasis de rectos?
Los rectos del abdomen son dos músculos que en condiciones normales se encuentran unidos. En algunos casos, especialmente por el embarazo pueden estar separados dando un aspecto abombado al abdomen. Esta separación se denomina diástasis y se repara con cirugía.
¿Qué produce la diástasis de los rectos?
La diástasis va más allá del problema estético y es que la pared abdominal tiene una importante función
La separación de los rectos produce debilidad de la pared abdominal. Esta pérdida de fuerza va a afectar a las funciones que desempeña el abdomen, especialmente en la postura.
Para compensar la insuficiente fuerza del abdomen se va a forzar la musculatura lumbar, produciendo una hiperlordosis. La hiperlordosis es la excesiva curvatura de la espalda a nivel de las lumbares y produce los síntomas típicos de una lumbalgia con dolor que se acentúa al estar prolongados periodos de tiempo de pie, o hacer esfuerzos como levantar peso.
Además del efecto en la postura, también pueden estar afectadas otras funciones importantes del abdomen como la digestión. Con frecuencia, se asocia a la diástasis problemas digestivos como distensión abdominal, digestiones lentas, acumulación de gases y estreñimiento. Son muchos los pacientes con estos síntomas que mejoran en calidad de vida tras la reparación.
Por otro lado, al ser una zona de mayor debilidad, hay más facilidad para que aparezcan hernias y es frecuente que se asocien a la diástasis hernias a nivel umbilical.
¿Cómo se resuelve la diástasis?
En la mayoría de casos, la diástasis de los rectos se produce por el aumento de volumen abdominal en el último trimestre del embarazo. Si la diástasis es postparto, en muchos casos se va resolviendo a lo largo del primer año y se recupera la unión de los músculos. Para ello, es recomendable realizar ejercicios de fisioterapia para fortalecer la musculatura abdominal. Se pueden iniciar a partir de las 6 semanas y se debe ser constante para ver los resultados.
En aquellos casos en los que la diástasis persite más allá de los 12 meses y no se tiene previsto un nuevo embarazo, o cuando hay una hernia asociada, la abdominoplastia es el tratamiento de elección.
¿En qué consiste una abdominoplastia?
La abdominoplastia permite unir de nuevo la musculatura para devolver la integridad y la fuerza a la pared abdominal.
En la mayoría de casos, se acompaña de cierto grado de exceso de piel por la pérdida de elasticidad y deterioro cutáneo por la distensión de los embarazos o como consecuencia de pérdidas importantes de peso.
Mediante una cicatriz en la parte más baja del abdomen, para que quede oculta por la ropa interior, se puede eliminar este exceso de piel. En la mayoría de casos, se incluye la porción que va desde el ombligo al pubis, donde generalmente la piel está más flácida y estriada. De esta forma, se devuelve la firmeza a la piel y se consigue un abdomen terso.
Si existe además un exceso de grasa en el abdomen o en la zona de los flancos, podemos combinar la abdominoplastia con liposucción. De esta forma podemos eliminar los acúmulos de grasa de esta zona consiguiendo una figura más estilizada.
Otra ventaja de la abdominoplastia es que se va a modificar el aspecto del ombligo. Podemos reducir su tamaño y conseguir un aspecto estéticamente más agradable, mas alargado y juvenil.
Si tienes alguna duda sobre estos procedimientos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
También puedes consultar nuestra sección sobre abdominoplastia donde encontrarás más información sobre este tratamiento y nuestra galería de imágenes de antes y después de cirugía corporal para ver resultados de cirugías llevadas a cabo por la doctora.