Vaginoplastia en mujeres Trans, la cirugía paso a paso
Muchas mujeres trans consideran que tienen unos genitales que no reconocen como propios, lo que genera malestar. Esta es la razón por la que deciden someterse a la intervención quirúrgica de vaginoplastia.
Desde CirugiaRV queremos dar un paso más en el acompañamientos a las mujeres trans que buscan una cirugía genital de confirmación de género. Para ello vamos a compartir contigo nuestra experiencia y vamos a ofrecerte información objetiva desde el punto de vista médico que te permita tomar decisiones informadas, conscientes y responsables.
Aunque existen diferentes técnicas para hacer la vaginoplastia, la mayoría de pasos son comunes en todas las tecnicas. Sólo se van a diferenciar en el tipo de cobertura que se utilice para la neovagina.
¿Cómo se hace una vaginoplastia?
La cirugía genital de confirmación de género en mujeres transgénero o vaginoplastia, consiste no solo en la creación de una cavidad para la vagina. Esta cirugía va a recrear toda la vulva para que sea lo más parecida posible, tanto en su aspecto como en su función, a los genitales femeninos.
Es una cirugía de carácter irreversible, ya que además, implica la resección de los genitales masculinos, de modo que se extraen ambos testículos y se realiza la amputación del pene.
Creación del espacio para la neovagina
El túnel que forma la vagina queda situado entre el recto por detrás y la vía urinaria y la próstata por delante.
Este paso, es sin lugar a dudas uno de los más complejos por el riesgo que existe de realizar una perforación en el recto. Debido a esto es muy importe la preparación previa del intestino con enemas. De esta forma estará lo más limpio posible y en caso de perforación rectal se podrá reparar con unos puntos y evitar la formación de una fístula rectovaginal. La reparación de una fístula rectovaginal que cronifica es compleja y requiere cirugía adicional, por eso es importante prevenir esta complicación con una adecuada limpieza intestinal.
Además, en esta región anatómica encontramos dos plexos venosos hemorroidal y prostático. Es crucial controlar adecuadamente el sangrado de estos plexos para facilitar la disección de este túnel, que en profundidad llega hasta el fondo de saco rectovesical, y evitar complicaciones en el postoperatorio.
Orquiectomía
La orquiectomía es la extirpación quirúrgica de los testículos.
En este caso, hacemos una orquiectomía radical o total. Consiste en la extracción del testículo, el epidídimo y el cordón espermático a nivel del anillo inguinal interno. A este nivel, es muy importante realizar un buen cierre de este anillo para evitar hernias inguinales en el futuro.
Amputación del pene y reconstrucción de la uretra
El pene está conformado por tres columnas de tejido eréctil: los dos cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso que se ubica en la parte inferior y rodea la uretra protegiéndola.
En la base del pene el cuerpo esponjoso es más voluminoso y forma el bulbo. El bulbo del cuerpo esponjoso tiene también capacidad eréctil y aunque su volumen no es muy importante en reposo, aumenta con la excitación. Por esta razón, es fundamental resecarlo casi por completo ya que con la excitación sexual puede dificultar la penetración.
Tras la cirugía es necesario llevar una sonda uretral durante las primeras semana. Facilita la cicatrización y evita una posible estenosis del meato urinario, que se estrecha por la cicatrización y puede requerir cirugía adicional para su tratamiento.
Neovagina
Es este paso, el que va a diferenciar las distinta técnicas de vaginoplastia:
Vaginoplastia por inversión peneana
Actualmente es la técnica mas utilizada, consiste en utilizar la propia piel del pene para que sean las paredes de la vagina.
La profundidad vaginal con esta técnica depende del tamaño del pene, por ello para poder realizar una vaginoplastia por inversión peneana el pene debe tener unas dimensiones mínimas de entre 12- 15 cm. Además, es necesario que esta piel sea de buena calidad. La existencia de cirugías previas que afecten a la piel del pene deben ser evaluadas por el cirujano ya que podrían contraindicar esta técnica.
Vaginoplastia con colgajo de colon sigmoide
Es un procedimiento quirúrgico que consiste en utilizar una sección del intestino grueso, en concreto del colon sigmoide para crear la neovagina. Es la mejor técnica si no hay suficiente piel en el pene para conseguir una profundidad vaginal suficiente.
Su uso está incrementándose debido al inicio más temprano de la hormonación con el consiguiente poco desarrollo de los carácteres sexuales secundarios.
Esta técnica implica la realización de una cicatriz en la parte baja abdomen, similar a la de la cesárea, para obtener el fragmento de intestino que utilizaremos para la neovagina.
Labios y clítoris
Para la recreación del clítoris se utiliza un colgajo de la piel del glande.
El glande, situado en el extremo o punta del pene, está compuesto por múltiples terminaciones nerviosas que lo hacen muy sensible, especialmente la zona entre la corona y el surco balano-prepucial. De esta zona se toma el colgajo para formar el cítoris lo que generalmente permite conservar la sensibilidad erógena.
Para los labios menores se utiliza la piel del prepucio y por ello sus dimensiones van a depender de la cantidad de piel a este nivel y de la existencia de cicatrices previas, por ejemplo en casos de fimosis.
Los labios mayores se forman con la piel del escroto, quedando las cicatrices a lo largo de la ingle.
Resultados de la vaginoplastia
El resultado de esta cirugía, como hemos visto en la introducción, es una vulva lo más parecida posible tanto en su aspecto como en su función a los genitales femeninos. En resumen, debe cumplir los siguientes requisitos:
Profundidad suficiente
Podemos considerar que una profundidad adecuada en el caso de inversión peneana es en torno a los 15 centímetros. Las dimensiones de la vagina, aunque varían de una mujer a otra, son en promedio 7, 10 cm de longitud. Aunque parezca insuficiente, es muy elástica y con la excitación sexual se produce una alargamiento y ensanchamiento de los dos tercios superiores pudiendo llegar a los 3-4 cm.
En el caso de inversión peneana, se debe reducir la desproporción existente entre el tamaño de la vagina y el tamaño del pene, para facilitar la adaptación vaginal ya que la piel no tiene esa capacidad elástica.
Sensibilidad erógena
Uno de los objetivo más importantes es que la nueva vagina tenga sensibilidad erógena tanto a nivel clitoriano como a nivel vaginal. La sensibilidad del clítoris se consigue con el colgajo de glande, mientras que la sensibilidad vaginal es posible gracias a la proximidad de la próstata, donde se aloja el punto G masculino.
Aunque no es posible dar una garantía de resultados en cuanto a satisfacción sexual ya que el orgasmo es un concepto subjetivo, complejo y multifactorial, la mayoría de pacientes están satisfechas o muy satisfechas con el resultado de la cirugía en este aspecto.
Aspecto estético
Uno de los aspectos que marcan la diferencia en el resultado de la vaginoplastia es el aspecto de la vulva. En parte depende de la piel existente y la calidad de los tejidos antes de la cirugía, pero es fundamental realizar de forma delicada y minuciosa la confección de los labios menores, los labios mayores, el capuchón del clitoris, el introito vaginal y de la mucosa interlabial.
Si tienes alguna duda sobre este procedimiento, no dudes en ponerte en contacto con nosotras.
También puedes consultar nuestra sección sobre vaginoplastia donde encontrarás más información sobre este tratamiento.